Como común denominador las partes de una
bicicleta son: el cuadro, el «motor», las ruedas, el sistema de frenos, el
manillar, el sillín y el sistema de suspensión. Además, algunas bicicletas también
pueden estar constituidas por otros elementos, como un sistema de iluminación,
portaequipajes, guardabarros, etc.
El cuadro
El cuadro es el esqueleto de toda bicicleta (sea del tipo que sea) y se compone
por tres principales «huesos»: el tubo de cabeza que une el manillar de toda
bicicleta con el sillín; el tubo inferior que une el manillar con el eje pedalier,
el plato y la biela; y el tubo del asiento que une el sillín con el eje pedalier,
el plato y la biela, y dentro del cual se introduce la tija, es decir, el tubo que
sostiene el sillín. Además, se deben señalar otros «huesos» que no forman parte de
la estructura triangular central pero que no por ello son menos importantes, como la horquilla,
que no siempre tiene por qué ser del mismo material que el cuadro y en el que se adecúa
el buje de la rueda delantera; y la vaina trasera superior que une el sillín con la vaina
trasera inferior. En ese punto de encuentro entre las dos vainas es donde se adecúa el
buje de la rueda trasera.
El «motor»
Por otra parte, el «motor» de una bicicleta lo engloban todos aquellos elementos
que transmiten el movimiento necesario para girar la rueda trasera e impulsar la
bicicleta. Este movimiento comienza en los pedales cuando el ciclista los acciona
haciéndolos girar. Cada pedal tiene una biela que los une con un eje pedalier (el
componente que soporta la potencia del pedaleo) y con el plato de engranajes o los platos
de engranajes (dependiendo de cuántas velocidades sea la bicicleta) en el que se
ajusta una cadena (generalmente de metal) que une esta parte del «motor» con la
parte trasera.
Así, ese movimiento que ha comenzado al girar los pedales se transmite a través de
las bielas hasta el eje pedalier. Este, a su vez, transmite esta potencia a la parte
trasera de la bicicleta a través de esa cadena que une el plato con el cassette;
que es el componente de la parte trasera del «motor» que está compuesto por
diferentes piñones o engranajes en los que se ajusta la misma cadena que se ha
adecuado en los platos. Estos piñones van unidos a un buje que atraviesa el centro de la
rueda trasera. De esta manera, la potencia que ha sido transmitida a través de la cadena
se traspasa al cassette, y de esta al buje, que hace girar la rueda trasera impulsando la
bicicleta.
Ruedas
Además de la rueda trasera, toda bicicleta tiene una rueda delantera (existen
excepciones, tal y como se señala en tipos de bicicletas), y están
compuestas por una llanta metálica (que, dependiendo de la modalidad, puede ser de
mayor o menor tamaño), los radios (que unen la llanta con un buje que se sitúa en
el centro de la rueda), el neumático (que puede ser de tubo o de cubierta) y el buje
(tanto en la rueda trasera como en la delantera que sirve de unión con el cuadro de la
bici).
Frenos de una bicicleta
Por su parte, el sistema de frenos es otra de las partes de una bicicleta y
está formado por unos frenos en la rueda delantera y en la rueda trasera (dependiendo del
tipo de frenos que sean estarán ubicados en un lugar u otro), las palancas de frenos
que se sitúan en el manillar (comúnmente en la parte derecha para la rueda trasera y en
la izquierda para la delantera) y un cableado que sirve de conexión entre esas palancas y
los frenos. Además de los frenos, en este manillar también están las palancas de
cambios, unidas de la misma manera al plato y al cassette para poder cambiar así de
velocidad.
Sillín de la bicicleta
En lo que respecta al sillín de las bicicletas, es el lugar en el que se
acomoda el ciclista y, como se ha indicado anteriormente, está unido a un tubo conocido
como tija que se introduce en el tubo del asiento y con el que se puede regular la
altura a la que se quiere andar sobre la bicicleta.
Suspensión
Finalmente, algunas bicicletas también tienen un sistema de suspensión, sobre
todo las destinadas a la montaña. Este sistema puede ser delantero, por lo que los amortiguadores
se sitúan en la horquilla de la bicicleta, o doble, por lo que los amortiguadores se
adecúan tanto en la parte delantera de la bici como en la trasera. |